¡Me encanta! Se sale por complento del encorsetamiento de la fotografía tradicional, sin recurrir a arificios ni imposturas. Gracias a ello es capaz de transmitir toda la ternura de esos primeros juegos infantiles, la espontaneidad y la emoción. Es natural, cercano, sutil y elegante. ¡Enhorabuena!
¡Me encanta! Se sale por complento del encorsetamiento de la fotografía tradicional, sin recurrir a arificios ni imposturas. Gracias a ello es capaz de transmitir toda la ternura de esos primeros juegos infantiles, la espontaneidad y la emoción. Es natural, cercano, sutil y elegante. ¡Enhorabuena!
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